En el camino hacia una sonrisa perfecta existen muchas opciones. En el caso particular de quienes, por uno u otro motivo, han perdido una pieza dental la opción más recomendable es un implante, estos se caracterizan por ir adheridos al hueso por lo cual son más durables y afectivos que una placa.
Pero el tratamiento para contar con una pieza dental nueva es algo que requiere de mucho compromiso por parte del interesado. Al igual que cualquier otro tratamiento, es necesario que se sigan al pie de la letra los consejos y recomendaciones de su especialista, y en estos casos esas recomendaciones incluyen hábitos tanto de comportamiento como de alimentación.
Teniendo muy claro que la última palabra respecto a los cuidados la tiene el profesional tratante, le podemos mencionar que entre las recomendaciones generales se encuentran:
- Consumir sólo bebidas frías hasta que pase el efecto del analgésico local.
- Evitar las comidas sólidas y bebidas calientes durante las primeras 48 horas.
- Evitar jugar con la lengua o tocar con los dedos la zona del implante.
- No realizar actividad deportiva, o cualquier otra que requiera de esfuerzo físico, al menos durante las primeras 48 horas.
En las horas posteriores al procedimiento es completamente normal que se presente algo de hinchazón y para ello puede aplicar algo de hielo sobre la mejilla. Asimismo,se puede presentar un leve sangrado, o enrojecimiento en la saliva, por lo cual esto no es razón para alarmarse.
El dolor es una molestia inevitables luego de este tipo de intervenciones, para ello el especialista suele recetar medicamentos determinados, es importante que siga sus indicaciones y que dichos antibióticos sean administrados de manera responsable. Bajo ningún caso se debe aumentar la dosis o cambiarlos por otros más fuertes, no por iniciativa propia.
Mantener la higiene siempre es importante, y más aún en estos casos. Debe considerar que en su boca tendrá una herida y que en esta zona los tiempos de cicatrización son diferentes, para empezar hay que eliminar el consumo de tabaco por lo menos mientras se produce la cicatrización.
Además, se recomienda enjuagar la boca, unas 4 o 5 veces al día, con un poco de agua tibia con sal. Esto sobre todo después de las comidas, es una manera de complementar el cepillado de rutina y con ello se pueden eliminar restos de alimentos que pudieran causar una infección.
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